Buenos días y feliz inicio de semana a todos.
La técnica que explico hoy va en relación a todos
aquellos que, ante un suceso de escasa o nula importancia, arman un arco de
iglesia, la de Dios es Cristo o un follón de proporciones faraónicas. Siempre
me he preguntado ¿Para qué? ¿Por qué? Si sucede algo que no tiene la más mínima
importancia, no se la damos y ya está.
Como siempre un ejemplo que es como me gusta y se me
entiende mejor.
Hace unos años, mi hijo tenía nueve o diez, en una
clase de gimnasia a un alumno/a se le
escapo o liberó voluntariamente una ventosidad, una flatulencia, un pedo.
Ante tamaña afrenta, su profesora solicitó una confesión primero, una
investigación después y una redacción de disculpa a la vista que no aparecía el infractor/a, sobre el tema como castigo y colofón, . Me extrañó mucho ya que hablaba sobre
nutrición y, un fogonazo de esas características pedía a gritos (nunca mejor dicho) ser incluido
como parte de una digestión complicada.
La carta que redacté para mi hijo va a continuación y
es, en sí misma, la técnica de relajación de hoy. No incluyo el nombre de la
impulsora del texto por aquello de la Ley Orgánica de Protección de Datos…. Lean
por favor